¿Cómo levar una masa más rápido? Crea tu cámara de fermentación

Cómo levar masas más rápido

¿Sabes cómo levar una masa más rápido? Puedes convertir tu horno en una cámara de fermentación casera para que tus masas suban con más alegría. Te contamos cómo hacerlo.

¿Siempre que haces pan o dulces te preguntas cómo levar un masa más rápido? Pues es mucho más sencillo de lo que crees ya que puedes convertir tu horno en una cámara de fermentación que ayude a las masas más perezosas. Si tu cocina no está a una buena temperatura, no te pierdas este truco.

Muchas veces cuando preparamos panes, dulces o salados, la fermentación nos resulta muy lenta. En la mayoría de los casos se debe a la baja temperatura de la cocina. En algunas ocasiones necesitamos acelerar un poco los tiempos de fermentación para tener el pan o un dulce a una hora determinada.

Ahora que todo el mundo está con el asunto roscón a tope, suele encontrarse con que las dos fermentaciones a las que hay que someter la masa se les hacen muy largas. Hay un truco muy sencillo para ayudar un poco a la levadura a hacer su trabajo y conseguir panes de lo más esponjosos. Te contamos el secreto para saber cómo levar una masa más rápido.

Eso sí, no olvides que cuando trabajas con este tipo de masas la paciencia es clave. Necesitan su tiempo para doblar su tamaño y adquirir sabor durante el proceso de levado.

La mejor temperatura para la levadura

La temperatura ideal para que la levadura trabaje está entre 28 y 30 ºC.

A más de 45 ºC la levadura muere, por lo que si la sometes a más calor de la cuenta, morirá, dejará de actuar y los panes quedarán compactos y nada esponjosos.

A menos de 25 ºC la levadura trabaja mucho más lenta –se adormece-, por lo que los tiempos de reposo serán mucho mayores. Esto no quiere decir que deje de actuar, sino que si fermentas una masa en un lugar frío, necesitas darle mucho más tiempo para que doble su tamaño.

Crea tu cámara de fermentación

Solo necesitas tu horno para conseguir un lugar ‘caribeño’ donde fermentar tus masas. Es la clave para conseguir una masa esponjosa.

Calienta el horno a la temperatura mínima durante 2 o 3 minutos y, después, apágalo. En nuestro caso son 30 ºC, aunque la mayoría calienta a 50 ºC.

Mete un termómetro dentro del horno, puedes utilizar cualquier termómetro que tengas por casa.

Cuando el horno esté a unos 28 ºC mete la masa que quieras que leve y cierra la puerta del horno.

Si ves que la temperatura baja, con encender la luz del horno es más que suficiente, no hace falta volver a ponerlo a calentar.

Es muy importante que estés pendiente de la masa, ya que si se sobrefermenta y leva en exceso (especialmente cuando las piezas están ya formadas), durante la cocción se deshinchará y no quedará un pan esponjoso. Es mejor quedarse un pelín cortos de fermentación que pasarse.

Tengo que hacer dos hornadas, ¿qué hago?

Cuando preparamos dos roscones, lo que hacemos es utilizar este truco para uno y dejar el otro en una habitación más fría (para que fermente más lentamente).

Cuando llega el momento de cocerlos, horneamos el que está fermentando en el horno un pelín antes de que doble el tamaño. Así nos aseguramos de que el segundo roscón no se sobrefermenta y queda perfecto.

Esto mismo hacemos con los panes cuando hacemos mucha cantidad y hay que cocerlos en varias hornadas.

Recetas de panes y dulces que puedes ayudar a levar con este truco:

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.