Restaurante Barrio, en Toledo
Conocemos el restaurante Barrio, en Toledo. Un lugar donde disfrutar de una cocina viajera, desenfadada y llena de sabor. ¡No te pierdas esta pista gastronómica!
El restaurante Barrio es el hermano pequeño e informal del grupo Botero y su propuesta se basa en lo que ellos definen como “cocina viajera”, con una carta compuesta por platos de aquí y de allí que incluye desde clásicos de nuestra cocina como las croquetas, hasta otras opciones internacionales como las samosas, las gyozas y un sinfín de opciones con las que viajar con el paladar.
El cocinero Roberto Garrido le da una vuelta de tuerca a estos platos internacionales usando ingredientes y sabores de la zona y todo lo que hay en la carta tiene más técnica de lo que puede parecer a simple vista.
Es un lugar perfecto tanto para una comida a base de picoteo como para elegir alguno de los dos menús degustación ciegos (no sabes qué te van a servir) y hacer un recorrido por la cocina de este restaurante. La verdad es que a nosotros nos sorprendió bastante la propuesta que ofrece. Te contamos qué probamos.
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¿Qué platos probamos en el restaurante Barrio?
Tal y como hemos apuntado, puedes comer a la carta o apostar por uno de los dos menús degustación ciegos que ofrecen.
El primero de ellos está compuesto por aperitivo de bienvenida, 3 entradas, 2 pescados, 2 carnes y 2 postres y cuesta 55 €/persona. El segundo tiene 3 entrantes a compartir, 3 platos principales a compartir y 1 postre también a compartir, su precio es de 40 €/ persona. Ambos menús incluyen agua mineral y puedes pedir vino u otras bebidas aparte.
Nosotros elegimos el segundo menú y nos pareció una muy buena forma de conocer la original cocina de este restaurante.
Con respecto a la bebida, es complicado elegir un vino o varios que puedan encajar con la comida porque no sabes qué platos vas a probar, así que nuestra opción fue un espumoso, que sabíamos que con las burbujitas no fallábamos.
Para empezar nos sirvieron una degustación de dos aceites de Casas de Hualdo, en Toledo, uno de la variedad arbequina y otro con cornicabra, acompañados de pan de masa madre de maíz y semillas y pan de remolacha y sal del Himalaya. Nos gustó ver que apuestan por un aceite de calidad de los Montes de Toledo.
El primer entrante fue un dumpling de pato con salsa hoising de fresa, alioli de lima y pico de gallo. Muy bien.
El segundo fueron unas samosas de caldo de cocido con reducción de su caldo, crujientes de tomate y polvo de chorizo. Fue de nuestros favoritos de la comida. Nos comentaron que era el ganador del último concurso de tapas de Toledo y la verdad es que me parece un imprescindible. Un buen ejemplo de cómo preparar un plato internacional con sabores de la tierra.
El tercer entrante fue una muy buena croqueta de bacalao laksa con toque de marisco, que vino acompañada de mayonesa de ajo negro, crujiente de su piel y huevas de caballa. Otro entrante que me gustó mucho, unas croquetas diferentes y muy bien hechas.
Continuamos con una sepia braseada acompañada de arroz salteado en su tinta thai y alioli de cilantro. Quizás un plato demasiado contundente, teniendo en cuenta que faltaban 2 principales más, pero bueno también.
Después llegaron los tacos de cerdo “mexicana” con carrillera de cerdo, crema agria y guacamole. Otro buen ejemplo de cómo hacer un taco con estilo mexicano con una carrillera guisada. Guiso muy bien hecho y taco muy gustoso. Buen plato.
Terminamos la parte salada con el saltado peruano de presa ibérica con mahonesa de ají amarillo, papel de patatas y cherries encurtidos. Otro plato de carne sabroso y original.
De postre nos sirvieron la crème brûlee de queso manchego y mango y la verdad es que nos sorprendió por su ligereza, por la buena combinación de sabores y por ofrecer un dulce diferente a base de un buen queso.
¿Qué nos ha parecido el restaurante Barrio?
Este restaurante es una propuesta original y diferente a lo que estamos acostumbrados en la ciudad. Ubicado a muy pocos pasos de la turística plaza de Zocodover, es una gran alternativa para disfrutar de una comida con platos llenos de sabor y para viajar con el paladar para probar platos de aquí y de allí.
El concepto del restaurante es informal, hay que olvidarse de manteles y demás protocolos de otros sitios más tradicionales, y el servicio es amable y atento pero tampoco está centrado en cantar los platos.
Si vas un día con mucha afluencia, un fin de semana o similar, verás que no paran un segundo. Eso sí, la comida se desarrolla con total fluidez y sala y cocina están bien sincronizados por lo que el comensal disfruta mucho de la experiencia. Es fundamental reservar con antelación porque suelen estar siempre bastante llenos.
Con respecto a los vinos, vimos que tienen buenas opciones a un precio un poco elevado pero teniendo en cuenta el lugar donde están no lo vimos muy fuera de lugar.
Como punto a mejorar creemos que sería importante que el equipo de sala estuviese atento a qué tipo de vino y rango de precio quiere el comensal. Es decir, nosotros pedimos un espumoso que tenían en carta a un precio de 24 € y no quedaba, por lo que nos ofrecieron otro cuyo precio era del doble de lo que habíamos pedido, sin avisarnos previamente de dicha diferencia de precio.
Salvando este pequeño detalle, nos parece un lugar que merece la pena recomendar y un restaurante en el que los amantes de la gastronomía y de los sabores un poco distintos, van a disfrutar mucho.
- Valoración: Muy buena.
- Precio medio: 50 – 60 € / persona.
- Fecha de la última visita: mayo 2023.
- Más información: restaurante Barrio.
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