Ruta por la Toscana: Lucca, una ciudad con encanto
Lucca es una ciudad medieval perfecta para empezar a conocer la Toscana. ¿Quieres saber qué ver y dónde comer?
Lucca es una ciudad medieval ideal para empezar a adentrarse en la Toscana. Detrás de sus imponentes murallas te encontrarás una ciudad preciosa donde admirar atractivas iglesias, una maravillosa catedral, plazas llenas de vida y terrazas… fue la primera parada de nuestra ruta por la Toscana y nos pareció que merece una agradable visita.
Tras aterrizar en Pisa y recoger nuestro coche de alquiler, nos dirigimos a Lucca y empezamos a disfrutar de los primeros paisajes toscanos. Hicimos el trayecto a Lucca por carreteras secundarias y para disfrutar de esas panorámicas que se quedan grabadas en la retina.
En Lucca te reciben sus grandes murallas renacentistas que están muy bien conservadas y que impresionan. Esta ciudad se libró de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, por lo que su centro histórico se ha conservado prácticamente sin cambios.
Para dejar el coche encontrarás varios aparcamientos fuera de las murallas, todos de pago. Después ya puedes empezar a adentrarte en Lucca a pie. Es una ciudad muy agradable que tiene un buen paseo.
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Qué ver en Lucca
Tienes que pasear por la adoquinada Via Fillungo, donde los edificios históricos albergan elegantes tiendas.
No puedes dejar de pasar a ver la Catedral de San Martino, ubicada en la plaza con el mismo nombre. Te llamará la atención su torre con parte vestida en mármol y parte en ladrillos y los tres arcos del lateral de la nave (con uno de menor tamaño que los anteriores). Es románica y data del siglo XI. Su impresionante fachada se construyó a finales del siglo XII para albergar el campanile (torre) –que ya existía- (de ahí esos arcos desiguales). La torre o campanile data del año 1060 y su finalidad original era defensiva.
Otra de las iglesias que te encontrarás durante el paseo por la ciudad es la Chiesa di San Michele in Foro (foto principal), en la plaza de San Michele, una iglesia románica ubicada en el lugar en que se hallaba el foro romano. Su fachada tardó 300 años en construirse y es impresionante. Esta iglesia está ubicada sobre una antigua que databa del siglo VIII. Junto a ella verás una escultura del arcángel Miguel matando un dragón.
Después lo mejor es perderse por la ciudad y dejarse enamorar por sus calles. Es uno de los mejores planes que hay cada vez que se llega a una ciudad o pueblo de la Toscana: dedicar un rato a perderse sin rumbo disfrutando de su ambiente y sus calles.
Las murallas también merecen un paseo. Fueron construidas entre los siglos XVI y XVII y estaban defendidas por 126 cañones, que se conservan en muy buen estado. Tienen 12 metros de altura y 4 km de largo, están coronadas por un sendero bordeado de árboles con vistas interiores al casco antiguo y vistas exteriores a los Alpes Apuanos. Paseando por ellas encontrarás parques infantiles, mesas de picnic y mucha gente paseando.
Dónde comer en Lucca
Elegimos una pequeña trattoria con una terraza encantadora llamada Osteria del Nenni (Via Pescheria número 3) donde disfrutamos de deliciosos platos de comida casera a muy buen precio (25 €/ persona). Optamos por probar la pasta casera y algo de carne y la verdad es que fueron grandes opciones. Os contaremos en detalle todo lo que probamos en un artículo específico sobre los diferentes restaurantes de la Toscana.
Para tomar un refrigerio, lo mejor es acercarse a la Plaza del Anfiteatro, una deliciosa plaza que debe su nombre al anfiteatro romano que albergaba. Está llena de agradables terrazas en las que hacer un descanso después de una intensa visita a la ciudad.
Y después de todo esto, pusimos rumbo a Poggibonsi a descansar después de un día agotador. ¿Siguiente parada? San Gimigniano y una visita a los pueblos medievales de la zona: Montalccino, Pienza y Montepulcciano. ¡Estad atentos!