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Alitas de pollo al ajillo con setas
Las alitas de pollo al ajillo con setas son un clásico de la cocina española que es fácil de preparar y muy resultón.
Índice (acceso rápido al contenido)
Ingredientes de las alitas de pollo con setas para 4 personas:
- 12 alitas de pollo.
- 8 cucharadas de aceite de oliva.
- 240 gr de setas.
- 12 dientes de ajo.
- 2 hojas de laurel.
- 120 ml de vino blanco.
- Sal y pimienta al gusto.
- 100 ml de agua o caldo de pollo.
- Tomillo al gusto.
Preparación de las alitas de pollo al ajillo con setas:
– Corta las alitas por la mitad, separando los muslos de las alitas propiamente dichas. Salpimienta las alitas de pollo.
– A continuación, pon a calentar el aceite de oliva en una cazuela con fondo.
– Cuando el aceite esté caliente, añade las alitas de pollo y dóralas a fuego lento. Tardarás entre 20 y 30 minutos.
– Pela los ajos y dales un golpe con el mango de un cuchillo para cacharlos.
– En el momento en que las alitas de pollo estén bien doradas, incorpora los ajos a la sartén y cocínalos durante 5 minutos.
– Después echa el laurel y el tomillo y riega todo con el vino blanco.
– Deja que el vino reduzca a la mitad, cociendo a fuego vivo.
– Mientras tanto, limpia las setas y, si son grandes, córtalas en láminas.
– Cuando el vino haya reducido, echa las setas al a sartén y cocina durante 2- 3 minutos todo junto.
– Ahora riega las alitas de pollo al ajillo con el agua o el caldo y deja que reduzca hasta que las setas estén bien tiernas y quede una salsa a tu gusto.
– Sirve las alitas de pollo al ajillo con setas bien calientes y disfruta de este delicioso plato.
Más información sobre la receta
La verdad es que hacer una receta del libro La cocina de la familia, de Ferrán Adriá es sinónimo de preparar un plato delicioso, económico y sencillo. Tres cualidades fundamentales a la hora de meterse en la cocina. Estas alitas de pollo con setas son muy fáciles de hacer y son un segundo perfecto para cualquier ocasión. De esas propuestas con las que te chupas los dedos.
Como verás a continuación, es un plato fácil que no tiene más misterio que cocinar muy bien las alitas y luego terminarlas con un toque de vino y un poco de agua o caldo. Quedan doraditas y un pelín lacadas por fuera y muy muy tiernas en el interior, con un sabor delicioso. Con respecto a las setas, lo ideal es que si es temporada (primavera u otoño) y encuentras algunas silvestres, las utilices. En otras épocas del año siempre puedes recurrir a las shiitake que están disponibles en cualquier momento y las encuentras en prácticamente todos los supermercados.
Si a ti también te gusta esta pieza del pollo, no te puedes perder las alitas de pollo con salsa barbacoa, que son un básico que nunca falla; las alitas de pollo crujientes en freidora de aire son sencillísimas y quedan de diez; las alitas de pollo a la miel quedan absolutamente espectaculares y se hacen en nada y menos; las alitas de pollo crujientes con especias se rebozan una vez fritas y son supersabrosas; las alitas de pollo maceradas con cerveza quedan de lujo y no llevan trabajo ninguno y las alitas de pollo a la cerveza son otro de esos clásicos que nunca fallan.
qué buena pinta tiene la receta, me animaré a hacerla