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Mermelada de higos casera
La mermelada de higos es ideal para poder tomar esta fruta efímera durante todo el año. ¿Te animas a prepararla en casa? ¡Es facilísimo!
Índice (acceso rápido al contenido)
Ingredientes de la mermelada de higos casera:
- 1 kg de higos.
- 135 gr de azúcar.
- El zumo de un limón.
Preparación de la mermelada de higos:
– Lava los higos y retírales el rabito. A continuación, córtalos en trozos grandes.
– Echa los higos en una cazuela amplia y con fondo, para que no te quemes con las posibles salpicaduras.
– Espolvorea el azúcar sobre la fruta y riégala con el zumo de limón.
– Remueve todo bien, pon la olla a calentar a fuego lento tapada y deja que los higos suelten parte de su agua.
– Transcurridos los primeros 10 minutos, comprueba si hace falta añadir algo de agua, retira la tapa y deja que se cocine la mermelada unos 35 minutos más o hasta que veas que la fruta está prácticamente deshecha. Remueve de vez en cuando para que no se pegue y ve aplastando la fruta.
– En este punto puedes dejarla tal cual –quedará con textura bastante rústica- o bien pasarla por el pasapurés para que quede con textura de mermelada. A nosotros nos gusta más hacer esto último.
– Una vez pasada por el pasapurés, comprueba que tiene buena textura (si está muy líquida puedes volver a ponerla en la olla para que reduzca a tu gusto y si la ves demasiado seca, puedes añadir algo de agua) y guárdala en botes de cristal que previamente habrás esterilizado.
– Pon los botes bien tapados en una olla grande, separados entre sí, echa agua hasta que llegue a un dedo de la tapa y pon la cazuela a cocer durante 20 minutos para que se haga el vacío. Si quieres saber más sobre este proceso, explicado al detalle, no te pierdas nuestro artículo sobre cómo esterilizar botes de conserva.
– Transcurrido ese tiempo, apaga el fuego y deja los botes dentro de la olla hasta que se enfríen por completo.
– Después solo tienes que guardarlos en la despensa y disfrutarlos durante los siguientes meses.
– Y ya tienes una deliciosa mermelada de higos lista para darte un homenaje.
Más información sobre la receta
Hacer mermelada de higos es lo más sencillo que hay, básicamente lo único que hay que hacer es lavar la fruta, eliminar el rabillo y ponerla a cocer junto con azúcar y zumo de limón hasta que se deshaga y adquiera consistencia de mermelada. Luego la guardas en botes esterilizados, los sellas al vacío cocinándolos al baño María y tienes esta delicia en la despensa para disfrutarla cuando quieras.
Como es una mermelada que no lleva mucho azúcar (solo un 13, 5 % con respecto al peso de la fruta) a nosotros no nos gusta tenerla de un año para otro, solemos consumirla en los siguientes meses. Si quieres conservarla más tiempo, puedes añadir más cantidad de azúcar, aunque quedará con más dulzor, claro.
Además de alegrarte las tostadas del desayuno, puedes utilizarla como base para algunos postres o para servir junto a una tabla de quesos o para hacerte una tostada de queso azul (o un queso curado) con unos puntos de esta mermelada. ¡Es una delicia en cualquiera de estos formatos!
Si a ti también te encantan las mermeladas hechas en casa, tienes que preparar la mermelada de calabaza y naranja, una combinación de sabores que funciona muy bien; la mermelada de melocotón es muy fácil de hacer y un básico que debes tener en la despensa; la mermelada de calabaza es un clásico del otoño que tienes que probar; la mermelada de tomate será un gran acompañamiento de tus tablas de queso o del queso a la plancha; la de ciruelas rojas, con su toque especiado, te va a sorprender al igual que la de peras al vino, con dos variantes, la que lleva vino blanco y la que lleva vino tinto, ambas una delicia.
No podemos olvidarnos de la mermelada de fresa casera que es otro básico que cuando pruebes por primera vez hará que no vuelvas a tomar su versión comercial, ¡no tiene punto de comparación!