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Tarta de queso con gelatina de fresa
Esta tarta de queso con gelatina de fresa es muy fácil de hacer y queda deliciosa. Un postre perfecto para tomar en celebraciones.
Índice (acceso rápido al contenido)
Ingredientes de la tarta de queso con gelatina de fresa:
* Para un molde redondo desmoldable de 16 cm de diámetro.
- 75 gr de galletas digestivas.
- 30 gr de mantequilla.
- 155 gr de queso de untar.
- 165 gr de nata para montar.
- 30 gr de yemas de huevo (aproximadamente 2 yemas medianas).
- 37 gr de azúcar.
- 2 hojas de gelatina.
- 150 gr de mermelada de fresa.
Preparación de la tarta de queso con gelatina de fresa:
– Para hacer la base hay que triturar las galletas hasta que se conviertan en polvo. Para ello, ayúdate del accesorio picador de la batidora –si lo tienes- o de un robot de cocina, tipo Thermomix o My Cook. Si no tienes ninguno de estos utensilios, puedes trocear las galletas, echarlas en una bolsa de congelar, cerrarla muy bien y darle unos golpes con un rodillo de cocina hasta que se queden con la textura indicada.
– A continuación, funde la mantequilla en el microondas en un bol grande.
– Cuando la mantequilla esté lista, añade las galletas trituradas al bol y mezcla todo muy bien hasta conseguir que el polvo de galleta se impregne por completo de mantequilla.
– Prepara el molde desmoldable colocando un papel de cocina en la base y engrasando los bordes muy bien con mantequilla derretida. Otra opción es hacerlo directamente en la fuente donde vayas a servir la tarta, colocando un aro de emplatar sobre ella.
– Después hay que echar la mezcla de mantequilla y galletas en la base del molde y compactarla muy bien para que cuando se enfríe quede totalmente homogénea.
– Resérvala durante 1 hora aproximadamente para que se enfríe por completo.
– Mientras tanto, ve preparando el relleno. Para ello, hidrata las hojas de gelatina en un bol con abundante agua muy fría.
– Por otro lado, pon a calentar la nata en un cazo a fuego fuerte.
– Bate los huevos con el azúcar hasta conseguir una crema blanquecina que tenga el doble de volumen.
– Cuando la nata comience a hervir, retírala del fuego y échala, colándola con un colador, sobre las yemas. Mezcla todo muy bien fuera del fuego.
– Vuelve a poner la mezcla en el cazo, a fuego alto, y muévela con unas varillas sin parar.
– En el momento en que levantes las varillas y la crema quiera hervir, sácala del fuego. Es importante que no rompa a hervir en ningún momento porque si eso ocurre, se cortará. Otra opción es hacer la crema inglesa a fuego medio, removiendo todo el rato hasta que espese, aunque tardarás un rato más.
– Echa la crema a un bol, escurre una hoja de gelatina, añádela a la crema y remueve muy bien hasta que se disuelva por completo.
– Déjala enfriar para que coja cuerpo y, cuando haya espesado, añade el queso de untar y mezcla todo con una varilla para conseguir una mezcla muy cremosa. Es importante hacerlo con varilla, bien de mano o eléctrica, porque la crema debe coger cuerpo.
– Echa la mousse de queso sobre la base de galletas, tapa el molde con film transparente y deja enfriar en la nevera varias horas para que compacte. Si la dejas de un día para otro, mejor.
– Cuando la mousse de queso haya cuajado, pon a calentar a fuego medio la mermelada en un cazo con un chorrito de agua. Remueve de vez en cuando.
– Cuando, al moverla, veas que la confitura empieza a deshacerse, cuélala.
– Escurre la otra hoja de gelatina, incorpórala al bol con la confitura y mezcla todo bien con una espátula.
– Distribuye la confitura de forma homogénea sobre la crema de queso, que ya estará fría y compacta y déjala enfriar para que se solidifique.
– Pasadas unas horas, desmóldala, sírvela bien fría y disfruta de esta deliciosa tarta de queso con gelatina de fresa.
Más información sobre la receta
Esta tarta de queso con gelatina de fresa es muy sencilla de preparar y queda muy rica. Lleva una base clásica de galleta y mantequilla, una crema de queso que se elabora con crema inglesa y queda ligerísima y llena de sabor y se remata con una gelatina elaborada a base de mermelada de fresa que está deliciosa.
La crema inglesa es muy parecida a la crema pastelera y se utiliza como base para preparar mousses o helados, básicamente es una crema elaborada con yemas de huevo, nata y azúcar que se cocina hasta que adquiere consistencia espesa. El principal secreto para que quede perfecta es evitar rompa a hervir para que las yemas no se corten. El resto es sencillísimo.
En esta ocasión, luego se mezcla la crema inglesa con el queso de untar para conseguir una mousse de queso ligera y llena de sabor.
Con respecto a la gelatina, hay que usar una buena mermelada, si es casera mejor y calentarla con un chorrito de agua para aligerarla y poder colarla con facilidad. ¡Queda una tarta llena de sabor!
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