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Ajoblanco malagueño. Receta tradicional andaluza
Te enseñamos a preparar una sopa fría muy típica de la cocina andaluza: el ajoblanco malagueño. Un plato facilísimo y muy sabroso.
Índice (acceso rápido al contenido)
Ingredientes del ajoblanco malagueño para 4 personas:
- 200 gr de almendras crudas (sin piel).
- 1 diente de ajo.
- 100 gr de miga de pan, mejor del día anterior.
- 600 gr de agua muy fría.
- 100 ml de aceite de oliva y unas gotitas más para decorar cada vasito.
- 2 cucharadas de vinagre de jerez (unos 20 gr).
- 1 cucharadita de sal.
- Unas uvas blancas sin pepitas para servir.
Preparación del ajoblanco malagueño:
– Pon la miga de pan en un bol y remójala en el agua helada durante unos minutos hasta que se empape bien. Sácala del agua y resérvala.
– Pela el diente de ajo y si quieres que esté más suave, elimina el germen central.
– A continuación, coloca la miga de pan junto con las almendras peladas, el diente de ajo, un poco del agua restante de remojar la miga –reserva un pelín de agua- el vinagre y un poquito de sal (no pongas toda y ajustas la cantidad a tus gustos al final) en el vaso de la batidora, mejor si tienes una tipo americana o un robot de cocina.
– Bate a máxima potencia estos ingredientes hasta obtener una crema bien fina.
– Después ve echando el aceite de oliva en hilillo, muy poco a poco, mientras sigues batiendo para que la mezcla emulsione.
– Cuando el aceite se haya integrado, prueba el ajoblanco, rectifica de sal y añade más agua si ves que está muy espeso.
– Guárdalo en la nevera hasta que esté muy muy frío.
– Reparte la crema fría en vasitos, ponle unas uvas blancas cortadas en cuartos o en mitades y despepitadas y unas gotitas de aceite de oliva.
– Y prepárate para disfrutar de este delicioso ajoblanco malagueño.
Más información sobre la receta
Esta crema fría es, junto con el gazpacho y el salmorejo cordobés, uno de los clásicos del verano. Se prepara con muy pocos ingredientes básicos y está buenísimo. Es bastante posible que el ajoblanco malagueño sea el antecesor del gazpacho, una preparación de lo más humilde cuyo origen es podría estar en Al-Ándalus. Los ingredientes que lleva son los que los habitantes de la época tenían a mano: miga de pan, ajo, aceite de oliva, vinagre, sal, agua y almendras.
No fue hasta la llegada del tomate de América cuando empezó a prepararse el gazpacho que tomamos hoy en día.
Pero dejando la historia a un lado, la realidad es que este plato es muy sabroso, perfecto para arrancar una comida de verano y combatir las altas temperaturas. Lo tienes listo en poquísimo tiempo y puedes tenerlo guardado en la nevera para tomar en cualquier momento.
Si a ti también te gustan las cremas frías, no te puedes perder la vichyssoise o crema fría de puerro, que es sencillísima y está también de lujo; la crema de calabacín que se puede tomar tanto caliente como fría y es una maravilla con todas las letras; el gazpacho de cerezas es una variación del tradicional y queda delicioso; la sopa de melón es sencillísima y también una gran opción para arrancar una comida o cena de verano y la crema de guisantes es otra de esas opciones que puedes tomar tanto caliente como fría y está de lujo.
Consejos para hacer el ajoblanco malagueño:
Aunque en los ingredientes indicamos 600 gr de agua fría, nosotros preferimos ajustar la textura al final. Es decir, poner una parte del agua y una vez tenemos el ajoblanco triturado y emulsionado con el aceite, comprobamos la textura y ponemos más agua si lo queremos más líquido.
Lo ideal es que la miga de pan sea del día anterior, para que esté un pelín más seca y tarde algo más en absorber el agua. Si no tienes, pues opta por un pan de miga prieta, tipo hogaza, y déjalo secar un ratito cortado a temperatura ambiente antes de ponerlo en agua.
Una opción para enfriarlo en segundos es cambiar parte del agua por unos cubitos de hielo. Esto es muy buena opción si usas un robot con cuchillas potentes o una batidora americana. Con una batidora convencional se pueden romper las cuchillas.