Restaurante Cal Paradís, en Val D’Alba (Castellón)
El restaurante Cal Paradís está ubicado en Val D’Alba en la provincia de Castellón. Os contamos nuestra experiencia.
Cal Paradís es el restaurante del chef Miguel Barrera y de su mujer Ángela Ribes. Un lugar que reivindica una cocina de mercado y donde el producto de la zona y de temporada manda.
La despensa de la provincia es la que surte la cocina de Miguel y sus menús varían no solo en función de cada temporada sino también dependiendo de lo que encuentra cada día en el mercado.
A pesar de que viajamos de forma asidua a Benicàssim (que está a escasos 30 minutos en coche de Val D’Alba) no conocíamos este restaurante y la verdad es que nos ha encantado.
Para comer puedes optar por sus propuestas de menú:
– Menú tradición con tres platos pequeños, cuatro platos para continuar y dos postres. Precio: 50 €/persona, sin bebidas.
– Menú gastro mercat que consta de cinco platos pequeños, cuatro entrantes, pescado y carne y postre y prepostre. Precio: 65 €/persona, sin bebidas.
– Menú Miguel Barrera que es el menú degustación y está formado por cinco platos pequeños, y luego once platos más. Precio: 90€/ persona, sin bebidas.
En la carta están detallados los platos del menú tradición, que según nos comentó Ángela son los platos más famosos de Miguel de toda la vida, el resto de platos de los otros menús dependen de lo que el cocinero encuentre en el mercado. También se puede comer a la carta.
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¿Qué probamos en el restaurante Cal Paradis?
Nosotros optamos por comer a la carta, ya que queríamos probar algunos platos no estaban en el menú tradición y, además, nos parecía que este menú era demasiado contundente para una comida de verano.
Así que nos quedamos con los platos del menú que más nos apetecía probar y añadimos/quitamos otros para confeccionarnos una propuesta a nuestra medida.
Para abrir boca, mientras decidíamos qué comer, probamos unas cortezas elaboradas con piel de pescado que eran extra crujientes con salsa romescu . Estaban muy buenas. Las acompañamos con una copa de cava de la zona (Magnánimus).
También tomamos pan con tomate de ‘penjar’ (que es un tomate muy dulce de la zona) y una cata de aceite de oliva.
Como aperitivos nos pusieron un boquerón con sopa de almendras y encurtidos y una refrescante sopa de pepino. Ambos aperitivos, perfectos para arrancar con los entrantes.
De entrantes apostamos por uno de los estandartes de la casa: el tomate ‘de penjar’, sardina de bota y ajos a la brasa. Se trata de uno de los platos más representativos de este restaurante y de la cocina de Miguel. Es un tomate de la zona que se escalda y quita la piel, relleno de una crema de sardina y ajos y cocinado al horno a baja temperatura. Muy sabroso.
También probamos el ‘sepionet de la puntxa’, habitas y pelota a la antigua, un guiso con un toque tradicional y unos sabores muy equilibrados.
Como platos principales queríamos probar un arroz ya que habíamos leído que Miguel tiene predilección por los arroces y un pescado.
Con respecto al pescado, en cocina nos comentaron que fuera de carta había corvina y no lo dudamos. Nos propusieron un lomo de este pescado con su salsa y una fina y sabrosísima crema de guisantes.
Elegimos el arroz de montaña, uno de sus arroces más apreciados, que llegó a la mesa meloso, en su punto exacto de cocción y un con un fondo de caza de lo más sabroso.
Para beber tomamos una botella de vino blanco de Castellón: Magnánimus. Un vino que mezcla uvas de la variedad chardonnay y moscatel.
El punto dulce lo pusieron la tarta de calabaza con helado de café y el brioche de canela y helado de aceite de oliva. Ambos postres totalmente espectaculares. La tarta de calabaza, de las mejores que hemos probado nunca.
Terminamos con dos cafés y dos pequeñas porciones de coca para acompañarlo.
Nuestra opinión del restaurante Cal Paradís
Cal Paradís nos parece un restaurante excepcional para probar los productos de la zona. A los amantes de la gastronomía les van a encantar las propuestas de Miguel Barrera.
Encontrarás un comedor amplio y muy tranquilo, un servicio de lo más atento y unos platos deliciosos. La cocina de temporada y de proximidad que propone Miguel te permite disfrutar de lo mejor de la despensa local.
Con respecto a los vinos, además de la carta, te suelen proponer cosas nuevas que tienen en bodega con mucho acierto y siempre informándote del precio de la botella antes. A nosotros, que nos encanta probar vinos de la zona donde estamos, nos propusieron este vino de Castellón que nos encantó, tanto el cava como el vino blanco.
En resumen, se trata de un restaurante que aúna buena materia prima y buena cocina. Un lugar que merece la pena conocer.
- Valoración: Excelente.
- Precio medio: 60-70 euros/ persona (dependiendo de si se toma menú o se come a la carta)
- Fecha de la visita: junio de 2016.
- Más información: Cal Paradís.